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lunes, 22 de agosto de 2016

Despedida temporal

Sí, existo, pero últimamente no sé que me pasa, se me fueron las ganas de actualizar (y de escribir en general porque de los capítulos que debía hacer no seguí ni edward, ni escribí alec :S) Así que como me parece una tontería tener a uno esperando algo que no va a pasar frenaré la publicación y hablaré con mi compañera para continuar la historia por nuestra cuenta hasta que esta esté casi terminada y, o revisada en su totalidad, al menos en su primera parte. Entonces estudiaremos publicarla completa ya sea por aquí, wattpad o otro lugar. Gracias por vuestra lectura y adiós.

lunes, 25 de abril de 2016

Décimo Capítulo (Jacob)

Siempre me retraso con la publicación, lo sé, pero al andar de capa caída este año y no avanzar nada en la edición se me olvida que debería como mínimo intentar publicar una vez al mes. Publicaré el siguiente, aunque a estas alturas dudo mucho que la historia le interese a nadie.



Capítulo 10

JACOB

Llegamos a La Push en una hora más o menos ya que yo no iba corriendo por miedo a que Nessie se cayera o algo parecido. Ya había oído a su padre, si le pasaba algo no me lo perdonaría, ni siquiera podría perdonarme a mí mismo.

Giré un poco la cabeza para ver a Nessie, se había quedado dormida, y no era de extrañar, se levantó muy pronto para la revisión y así poder venir a La Push. Sonreí, me encantaba la idea de Bella, un fin de semana, nosotros solos, era más de lo que podía esperar. Casi como un sueño.

Entramos en casa, y el, siempre presente, chirrido de las ruedas de la silla de mi padre me dió la bienvenida.

–Shhh, calla Nessie está dormida – Le avisé en voz baja, no quería despertarla. Él la observó, algo sorprendido, más no dijo nada y dejó que la llevara a mi cama para que durmiera un poco. Parecía una ratita en una cama tan grande, tan pequeña,...Era una monada, un angelito.

–¿Y eso? ¿Que hace Nessie aquí? – Me preguntó, extrañado, en cuanto cerré la puerta de la habitación.

–Se va a quedar aquí el fin de semana.–Expliqué, razón por la cual se inquietó y con razón, mi padre sabía tan bien como yo que haría falta un milagro para que Edward acepte dejar a Nessie en La Push, más estando tan pequeña.

–¿Hay problemas o algo por el estilo?– Hice una mueca, problemas era quedarse corto, el solo pensar en el vampirucho ese, Alec, cerca de Nessie, me enfurecía. ¿Por qué no podía hacerle nada?

–Si, ha venido uno de los Vulturis y no nos fiamos de él. –Expliqué a mi padre intentando estar sereno. –Ha prometido no molestar pero ella va a estar más segura aquí.–

–Pero hay que hacer refuerzos ¡Forks no se puede quedar desprotegida!–Mi padre casi entró en pánico, la última vez que se presentaron los Vulturis sus propósitos no eran nada amistosos, normal que desconfiara, yo también lo hacía.

–No, no vamos a atacar, le di mi palabra a Edward.–Aseguré, procurando frenarlo, nada me haría más alegre que patear a ese niñato vampiro, más Edward tenía razón, no podíamos hacer nada. Mi padre se calmó, aunque la sospecha seguía reluciendo en sus ojos oscuros, seguidamente me observó, algo sorprendido.

–Quien te ha visto y quién te ve, haciendo pactos con vampiros.–Bromeó con una sonrisa más relajada, me encogí de hombros. Tenía parte de razón, no hace mucho, antes del nacimiento de Nessie, ni se me hubiera pasado por la cabeza conciliar con los chupasangres. Ahora, casi se me hacía natural.

–Bueno, todos hemos cambiado con la llegada de Ness…–Comencé a decir, más en ese momento la puerta de mi cuarto se abrió y apareció Nessie.

–Hola princesita.–Saludé con una sonrisa boba y ella desvió la mirada. Estaba despeinada y algo sonrojada, además de somnolienta, más seguía siendo adorable.

–Hola Nessie – Le saludó acto seguido mi padre, simpático y levantó la mano alegre, la niña se restregó los ojos y observó a su alrededor desconcertada, seguidamente nos miró.

–Hola – dijo con un ahogado bostezo – ¿Esta es tu casa Jake?–Se interesó.

–Sí, ¿te gusta?–

–Es muy bonita, me gusta mucho – dijo admirando cada detalle y guardándolo en su prodigiosa mente. Desde su nacimiento la niña siempre había sido muy observadora, pero era en esos casos en los que se notaba más. Lo desconocido la maravillaba,

–¿Quieres ir a la playa?–Le pregunté, estando la playa en los terrenos de la Push era difícil por no decir imposible que sus padres la llevasen allí, más con el hecho de que cualquier vampiro parecería una bombilla de discoteca allá. En cambio ella, le encantaría seguro.

–Sí, sí, sí – respondió ella emocionada – ¿Me enseñarás a nadar?–Me preguntó aun más ilusionada, yo sonreí, claro que sí, y todo lo que quisiera.

–Claro que sí, voy a ser un profe estupendo – Aseguré presuntuoso, mi padre se rió.

–Ya, seguro – Bufó irónico y Nessie se rio con su maravillosa y musical risa, que hasta a él pareció encandilar. Ella salió corriendo a mi habitación, cogió su pequeña mochila y se encerró en mi cuarto, se estaría preparando para ir a la playa, ahora que lo pienso yo también tendría que hacerlo.

Nessie salió enseguida con un bañador rosa de flores, seguramente Alice se lo había comprado, era muy de su estilo, también llevaba un cubo y una pala a juego, estaba monísima.

Espérame aquí, que me pongo el bañador.–La avisé, me faltaba eso y unas cuantas cosas más. Ella asintió con la cabeza y se fue al sofá. 


Entré en mi cuarto cogiendo las cosas necesarias por el camino y metiéndolas en la mochila de playa. ¿Y ahora donde estaba el maldito bañador? Miré en uno, dos, y finalmente, todos los cajones y con mi maravillosa suerte estaba en el ultimo cajón que llegué a abrir. Refunfuñé y me lo puse. Cuando salí de la habitación, Nessie estaba hablando muy entretenida con mi padre.

–Ya estoy listo ¿nos vamos?–La avisé, ella levantó la cabeza y asintió casi saltando en el sitio, seguidamente echó a correr a junto de mí.

–¡Sí! – gritó ella mientras intentaba subirse encima mía a saltitos, terminé por agacharme y dejarla subirse a mis hombros, iba toda alegre y emocionada y aquello me alegraba mucho. Me encantaba que fuese feliz con tan poco.

–Pasároslo bien ¡y no os olvidéis de la crema solar! – Recomendó mi padre despidiéndose ella, yo asentí, lo llevaba todo en la mochila, protección y comida incluida.

–No te preocupes, la llevo en la mochila – respondí.

Salimos y Nessie se despidió de mi padre con la mano.




El día en la playa fue fantástico, Nessie aprendió a nadar con una facilidad asombrosa incluso buceó un poquito porque quería ver un pez que nadaba por su lado. Entre todos los chicos quileute hicimos un castillo de arena, aunque ella iba repasando todo lo que construíamos cosa que nos hizo muchísima gracia a todos, y hacia la noche entre todos preparamos una barbacoa así que Nessie conoció a todos los chicos. A Leah y a Emily, la cual ya estaba muy embarazada, cosa que le hizo muchísima ilusión a Nessie ya que nunca había visto a una mujer embarazada.

Hacia las diez de la noche, volvimos a casa, Nessie iba a dormir en mi cama y yo en el sofá.

–Jake, me han encantado tus amigos, son muy agradables.–Me dijo nada más entrar, ya se le había notado en toda la tarde. Se había divertido mucho, más era aun más agradable oírlo de su boca.

–¿A que sí?–Le confirmé con una sonrisa.– Mañana conocerás a Claire ¿Quieres?–Hoy no había podido estar, más Quill me había prometido traerla mañana. Era algo bueno ya que era una niña, al igual que Nessie, aunque mucho más pequeña. Y a Nessie le alegraría mucho jugar con ella.

–¡Claro que sí!– dijo ya bostezando, mientras se recostaba en la cama, le ayudé a taparse con la manta, por si acaso, aunque no hacía mucho frío.

–Anda duérmete, mañana será otro día.–Ella volvió a bostezar y asintió, seguidamente, me deseó

–Buenas noches Jake.–

–Buenas noches, princesa – dije dándole un beso en la frente.

jueves, 11 de febrero de 2016

Noveno Capítulo (Nessie)

Capítulo 9

NESSIE

La luna estaba aún muy alta cuando me desperté, recorrí la casita hasta la habitación de mis padres, pero no había nadie. Me asomé a la ventana para ver si Jacob estaba bajo ella, al igual que lo había estado otras noches, pero no estaba. Me acerqué al salón, desierto. Estaba sola, ¿por qué? ¿Dónde estaban todos? Salí de casa y recorrí un poco el perímetro de esta cuando vi una figura pálida de ojos rojos, un vampiro, sin duda, venia hacia mí… Estaba asustada, paralizada, sin poder moverme del miedo, ¿quién era?, ¿que me haría? No, esto no podía ser real, tenía que ser un sueño, quería que lo fuese. Cerré los ojos muy fuerte, y al abrirlos me encontraba en mi cuarto, tumbada en mi cama.

Había sido una pesadilla, me pellizqué la mejilla para comprobar que ya estaba despierta, y lo estaba. El sol comenzaba a hacerse notar a través de los árboles y los pájaros empezaban a cantar. Iba a ser un día bonito perfecto para salir al bosque a jugar. Salí de mi cuarto para dirigirme al salón, donde mis padres hablaban muy bajito. Al llegar ambos se callaron, mami me sonrió, pero papá me miró con miedo en el rostro.

—Nessie, tu sueño… no era un sueño – Comenzó con cautela asustando, sin querer, a mamá.

—¿Qué sueño?—Preguntó simplemente, él suspiró y la enfrentó unos momentos preocupado y asustado a la vez, al igual que ella. No comprendía, ¿por qué estaban tan asustados? No era más que un sueño. Finalmente dijo.

—Nessie se ha levantado esta noche, y ha visto a Alec.—Ella me miró tremendamente preocupada, al igual que él, y yo no hacía más que pestañear confusa y asustada por su alarma.

—Pero papá—Protesté. —No puede ser de verdad, cuando lo vi, cerré los ojos y de repente estaba en mi cama.—Dije con seguridad. Era imposible que aquello fuese verdad, no me lo creía, ni quería hacerlo, me daba muchísimo miedo la posibilidad...

—Fui yo – Intervino Nahuel desde la ventana – Alec estaba allí y decidí protegerla, por suerte cuando me vio salió corriendo.—Me relajé un poco, si él estaba ahí dispuesto a protegerme siempre, al igual que mis padres, no tenía nada que temer. Mi padre le observó preocupado.

—Nahuel, Alec se va a quedar unos días con nosotros, te pediría que no te metieses – Le advirtió, Nahuel suspiró hastiado y se sentó en el sofá junto a mi madre, y papá me hizo ir a mi habitación.

—Nessie, cariño, ¿te gustaría ir a La Push? — Me propuso sentándose en mi cama.

—¡Sí, sí y sí! ¡Papá, gracias! – grité mientras le daba un gran abrazo, él se rió y añadió:

—¿Qué te parece mañana? Todo el día.

—Fantástico.—Dije simplemente muy alegre y empecé a saltar en la cama, aunque hizo un chirrido y decidí bajarme, por miedo a romperla.


Estaba muy feliz, pero una gran duda me asaltó, ¿Por qué me dejaba ir? Papá siempre se había mostrado muy reticente cuando Jake y yo le pedíamos ir. Alec. Seguro que él tenia algo que ver, seguramente estaría más protegida en La Push.

Papá asintió cabizbajo.

—Cariño, debemos confiar un poco en la palabra de Alec, no obstante pensaba demasiado en ti, creo que no deberías acercarte mucho a él.—Asentí, tampoco es que tuviese pensado hacerlo, ese vampiro me daba demasiado miedo, al igual que todos los de los Vulturis.

—No te preocupes papá, Jacob me protege muy bien.—Aseguré en un intentó por tranquilizarlo y él asintió.


—Lo sé – dijo con un descontento que no conseguí entender del todo.

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A la mañana siguiente me desperté muy temprano y feliz. Hoy por fin iría a La Push. Fui con mis padres hasta la casa grande donde el abuelo me esperaba para la revisión, la cual terminamos pronto, por fin aparentaba nueve años. Dentro de poco mi crecimiento avanzado se parará y podría vivir como una chica normal.

Después de un par de horas Jacob llegó.

—¿Qué haces aquí tan pronto Nessie?—Me preguntó, yo simplemente le sonreí feliz.

—Es que tengo una sorpresa para ti.—Le expliqué simplemente ocultando la breve emoción que me embargaba para mantener un tono misterioso, quería saber como reaccionaría a la noticia.

—¿El qué? –Inquirió acercándose a mí.

—¡Me voy contigo a La Push! – Le grité emocionada y sin poder controlarme más. Jacob me cogió y me elevo por los aires girando, estaba feliz, se le notaba desde lejos, a ambos nos hacia muchísima ilusión ir a La Push. Por fin podría conocer a los amigos de Jake, a Claire, y la playa,... Nunca había estado en la playa.

Cuando Jacob me bajó, mamá se acercó a mí y me dio una mochila, había cosas para la playa y un pijama.

Mami, ¿me voy a quedar a dormir en La Push?” le pregunté con mi don a ella y a papá.

—Sí, cariño ¿te hace ilusión? – Me preguntó mamá – Ha sido una idea mía.

Papá se volvió aun más pálido de lo que era normalmente, mamá no se lo había contado y desde luego no le hacía mucha gracia.

—Bella, no habíamos hablado sobre esto.—Terció.

—¿Sobre qué?— Preguntó Jacob

—No te importa que Nessie se quede todo el fin de semana en La Push ¿verdad?—Interrogó entonces Bella, Jacob sonrió aun más si cabe y dijo:

—Para nada, es genial.

Después de un par de suplicas a mi padre, mi madre consiguió que me dejara ir a La Push todo el fin de semana. Sin duda iban a ser unos días magníficos.


Jacob me subió a sus hombros, le di un beso a mamá y otro a papá ,y me despedí del resto con la mano.

—Adiós Bells – dijo Jacob – Adiós Edward.

—Jacob – avisó mi padre, sujetando su brazo – No lo hago porque me lo hayas pedido, sino porque Nessie necesita mucha protección.

—Y sabes que yo la cuidaré bien.—Lo tranquilizó Jake, mas mi padre aún se mostró reticente

—Como le pase algo… —Intentó advertirle, pero mi amigo lo cortó enseguida.

—Tranquilo, sé cuidar de lo que me importa, ya lo sabes.

Acto seguido, salimos hacia el bosque.

jueves, 28 de enero de 2016

Octavo Capítulo (Alec)

Sé que me perdí, estuve ocupada con los examenes y ahora se me acaban los capítulos editados. En fin, ya lo arreglaré. Os dejo el siguiente y, si no tiene muchos fallos, quizás el nueve llegue en una o dos semanas. :)
Capítulo 8

Alec

Me acerqué a la casa de los Cullen pero no olía el rastro de Renesmee, por lo que me dirigí hacia el bosque. De pronto empecé a oler a Renesmee, y caminé siguiendo su olor hasta que me encontré con el chucho que tenía de mascota. Jacob.

— ¡Ni se te ocurra pasar de aquí!—dijo el chucho encarándose a mí.

— ¡Aparta chucho! —ordené tras hacerme a un lado, algo tenso. Su repugnante olor me hacía reaccionar de forma inadecuada, no estaba acostumbrado a tratar “amablemente” con licántropos, aunque estos no lo fueran completamente.

—Alec, que alegría verte—dijo Edward sonriente. — ¿A que se debe tan honorable visita?—giré la cabeza hacia él a la vez que suavizaba mi expresión. Intentar atacar al lobo ese no era conveniente como primera visita amistosa. Tenía que mostrarme más cordial.

—Simplemente quería venir a ver cómo os iban las cosas… No me gustaría que algo malo os ocurriese. – Eso me lo inventé sobre la marcha pero como sonaba coherente lo dejé estar, de todos modos daba como más o menos igual.

—Pues no parecía eso en el claro—Opinó Jacob cruzándose de brazos y fulminándome con la mirada.

—Fue un error de los Vulturis. — Afirmé a la vez que enmascaraba mis pensamientos, había decidido fingir que ya no pertenecía a ellos. Al menos por una temporada, 
para que así me permitiesen quedarme. —Creímos a Irina cuando nos dijo lo que había visto, y Aro decidió venir a ver qué ocurría. Cuando nos dimos cuenta del gran error, cambiamos de idea y decidimos no hacer nada al respecto; puesto que no habíais hecho nada malo… Mis más sinceras disculpas por ello. Pero como ya os he dicho, fue un error de los Vulturis. —Seguí hablando seguro y tranquilo, la verdad, no era mal actor, sabía como sonar convincente.

— ¿De los Vulturis? –preguntó Edward confuso—Hablas de ellos como si ya no fueses uno de ellos.

—Prácticamente…He decidido, si no es mucha molestia, alejarme una temporada de los Vulturis y quedarme por Forks. Si no os importa, claro, no deseo molestaros—Seguí con el tono más convincente posible, tanto que casi me lo creía yo mismo.

— ¡Tú te crees que te vamos a acept... —empezó a decir Jacob aún más enojado.

—Por supuesto, Alec. No nos importa en absoluto—Interrumpió Edward a Jacob—pero te pediríamos que durante el tiempo que estés, no caces humanos, ya sabes… Podrías cazar animales, como nosotros. —Me pidió.

—Mientras no sean lobos—masculló Jacob por lo bajo.

—Por supuesto, ya que me ofrecéis quedarme, os prometo que seguiré vuestra dieta de alimentación—sonreí amable, pero en ese instante noté mi garganta seca ante la mención de cazar. Tenía sed—De hecho si me permitís ahora mismo iré a cazar algún animal… Por supuesto, si veo algún lobo me alejaré de él—dije mirando a Jacob con una sonrisa medio burlona al decir la última frase.

—Entonces, ¡que aproveche!—Edward volvió a sonreír tranquilo.

Asentí y salí corriendo hacia el bosque. Mientras me alejaba, pude oír como Edward y Jacob hablaban.

— Pero, ¿tú estás loco? ¿Cómo has aceptado que se quedara en Forks? ¡Quiere llevarse consigo a Nessie!

—Tranquilo Jacob. Es mejor llevarse bien con él, diga lo que diga sigue siendo un Vulturi, y no debemos olvidar que es muy peligroso… Y si le hacemos algo Aro y su tropa vendrán a Forks, así que ni se te ocurra hacerle algo. Por el bien de Renesmee. –
Como imaginaba, no me habían creído, bueno no importaba, mientras me permitiesen quedarme, todo estaba bien.

—Le odio, odio a Nahuel, ¡odio a todos!—Gritó Jacob fuera de sí y no tardé mucho tiempo en oír un gruñido. Sonreí divirtiéndome con su ataque de rabia, esto prometía ser entretenido…

Ya podía quedarme en Forks sin ningún problema, ahora solo faltaba llevarme a la preciosa Renesmee. Aunque sabía que lo tendría difícil, con Edward leyéndome la mente a cada instante. Pero no importaba, fuese como fuese lo conseguiría. Siempre consigo lo que quiero.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Séptimo Capítulo: (Nahuel)

Capítulo 7

NAHUEL



Habían pasado unas horas desde que hablé con Bella. No había parado de darle vueltas al por qué no me había ido todavía de Forks, todo estaba solucionado, ya no había peligro… ¿Y si…? Si, tenia que ser eso, pero… ¿en serio? Negué con la cabeza y me levanté enseguida del tronco donde estaba sentado. Empecé a correr hacia la cabaña de Edward y Bella. Necesitaba verla.

– ¿Qué haces tú aquí? – oí la voz de Jacob, a mitad de camino, mientras me barría el paso.

– He venido a ver a Nessie, ¿¡qué te importa!? – dije dirigiéndome hacia la puerta, otro dato a sacar a relucir de mi estancia con allí era que estaba más que irascible con él. No tenía por qué, pero lo estaba, y todo derivaba a lo mismo.

–Nessie está durmiendo, ya la veras mañana. O mejor… Nunca–dijo Jacob, acercándose a mí, amenazadoramente.

–¿Y por qué no te largas tú? El que sobra aquí eres tú, no yo. Tú no puedes estar con Nessie, puedes perder el control estando con ella y matarla, en cambio yo soy igual que ella, soy de su misma especie, somos únicos en el mundo. Es normal que ella sea mía.– Salté yo entonces sin poder evitarlo, me encontraba demasiado rabioso para ello, creo que me estaba poniendo celoso.

–¡Ni lo sueñes!–se abalanzó a mí y empezó a pegarme, pero yo no me corté y le devolví los golpes. Si quería luchar, yo también lo haría, tenía tanto derecho como él.

–¡Paraos ya!–gritó Edward interponiéndose entre la pelea.

De repente agarró de la camiseta a Jacob y lo echó hacia atrás.

–Jake, ¿estás bien?–preguntó Bella acercándose a Jacob, preocupada.

–Sí, no te preocupes Bells 
– la miró y sonrió.–No es por mí por quién te tienes que preocupar, sino por este estúpido.

–¡Tú has sido quien ha empezado la pelea!
 empecé a caminar hacia él, furioso. Había que ver, aún por encima de que era él, quién había comenzado todo esto, me quería echar la culpa. No debería de haberme impedido ver a Nessie en primer lugar. No tiene ningún derecho sobre ella.

–¡Nahuel!–Edward me impidió seguir caminando hacia él con su mano en mi pecho–¡¿Queréis dejar de comportaros como unos críos y comportaros como lo que sois, unos adultos?!

Aparté la mirada de Jacob y miré hacia el suelo… No podía aguantar que Jacob quisiera a Nessie, no a ella. Jacob tenía más posibilidades que yo, él estaba imprimado y Nessie tenía un fuerte vínculo con él. Odiaba que sólo pensara en él…


–Acompáñame Nahuel–dijo Bella posicionándose a mi lado. Fuimos caminando y nos paramos en detuvimos a mitad del bosque, lo bastante lejos para que no nos oyeran discutir, si no les interesaba.

–¿Qué te ha pasado? Tú no eres tan…–empezó a decir.

–La quiero–la interrumpí.–He pensado en lo que me dijiste y tienes razón. No sigo aquí por lo bien que se caza–sonreí–, si no porque…creo…La quiero.– Repetí –Y no me gusta tener que compartirla. Sé que ni yo, ni Jacob, ni siquiera Edward o tú, podemos elegir por ella. Pero odio tener que ver a Nessie tan feliz al lado de Jacob, no puedo…

–Entiéndelo, Nahuel. Jake está imprimado de Nessie, y es normal que quiera pasar tiempo con ella, la quiere demasiado y él está dispuesto a luchar contra ti, y contra quién haga falta. ¿Y tú? ¿Lo estás?– me preguntó ella procurando ser comprensiva dadas las circunstancias. Supongo que no debía de ser fácil saber que dos hombres hechos y derechos comenzaban a sentirse atraídos por tu hija, cuando esta apenas tenía la mente puesta en chicos.

Estuve a punto de contestar, cuando de repente me vino un olor a vampiro pero no era ningún olor familiar. No, estaba casi seguro de que ese olor no pertenecía a ningún Cullen sino a otra persona…

domingo, 1 de noviembre de 2015

Sexto Capítulo (Jacob)

Sí, lo sé, me retraso un poco con las publicaciones pero al menos intento tener una mínima regularidad, uno por mes o cada quince días. Os dejo el siguiente. ^-^


Capítulo 6

JACOB

Cuando Alice dijo que Alec ya estaba aquí, le di un beso en la frente a Nessie y salí de la casa de los Cullen en dirección a la Push, transformándome en lobo a mi paso. Seth estaba en onda con mis pensamientos, los cuales convertían mi mente en una autentica revolución, los Cullen, Nahuel, Alec,… Todos intentando apartarme de Nessie. Era horroroso. 

No, si por lo demás estás loquito por ellos” dijo Seth al sentirme cerca y notarlo todo al mismo tiempo, burlándose un poco.

Sin sorna Seth, estoy harto de los vampiros, pero el hecho de que intenten algo con Nessie me fastidia mucho más ¡¿Quién les manda meter las narices?!” Protesté enrabiado en contra del asunto de los Vulturis.

Bah, déjalo, seguro que pronto se hartan de ella” intervino una voz femenina. Genial, otra Clearwater a la onda de mis pensamientos.

Leah, no te metas” ordenó su hermano y en ese momento la mente de Leah se desconectó.

Aggg, si no fuera por Nessie, pasaba de ir a casa de los Cullen” seguí hablando con Seth, que aún no se había largado.

“¿Y Bella?” preguntó él.

Bella va a parte, en realidad todos los Cullen, menos la Barbie esa que se puede ir a freír espárragos, me importan.” Tuve que reconocer y era verdad, omitiendo a Rosalie y el hecho de que fueran vampiros, esa familia no me caía tan mal. Eran simpáticos.

En ese momento toqué tierra en La Push y se me ocurrió una idea ¿y si Nessie se viniera a la reserva a conocer a Claire? Aunque solo fuera por un día, estaría lejos de los chupasangres. 

No sería mala idea, me encantaría que Nessie viniera a La Push” opinó Seth.

Decidido, Nessie se viene.

Lo único… el tratado, ningún Cullen puede entrar en la reserva.” Me recordó él entonces. Mierda, había olvidado eso.

¡Mierda! Se me olvidaba, ¡pero ella es distinta! ¡También es humana!” comenté defendiéndola, omitiendo el hecho de que allí estaría protegida de Alec, de verdad quería llevarla a la push. Era un lugar mágico que quisiera que ella llegara a conocer y amar tanto como yo.

Tienes razón Jake, pero no obstante deberías hablar con los jefes. No lo tendrás muy difícil siendo ahora tú el jefe de la manada.” Me recomendó Seth. Decidido, lo iba a hacer, lo complicado sería convencer a Edward, pero en eso ya pensaría luego.

Seth, me desconecto, si quieres hablar conmigo estaré por La Push.

Claro. Suerte” me dijo él, despidiéndose.

Gracias tío.” Le contesté entonces.


Me volví a convertir en humano y me dirigí hacia mi casa, seguro que mi padre me ayudaría o podría decirme de alguien que pudiera. En ese momento entré dentro inquieto.

– Jake ¿eres tú? – oí a mi padre y a su chirrido de la silla de ruedas, que siempre le acompañaba.

–Sí, soy yo, necesito consultarte algo. – contesté.

–Dime hijo, ¿es algo sobre el liderazgo? ¡Tranquilo! Estas muy cualificado, lo harás geni…–

–Que no papá, que no es sobre eso – le interrumpí nervioso. – Es sobre Nessie. – intenté explicarle pero me volvió a interrumpir, inquieto.

– ¿Le has dicho lo de la imprimación? ¡Pero es muy pequeña! –

– ¡Papá! ¡Déjame hablar! ¡Qué no! – Protesté asustado, ni loco se me ocurría decirle eso a estas alturas. – Que quiero traerla a La Push, pero está el tratado de por medio. – Le expliqué al fin.

–Ahh, con qué es eso. – Billy se mostró tranquilo y aliviado. – Tranquilo, yo me encargo, hablaré con los demás. – me dijo entonces.

– ¿Tengo que ir yo? – le pregunté, dispuesto a acompañarle.

– ¡No! Qué no quiero que te de un ataque de esos en plan ¡oh, Nessie, Nessie! – Se burló y dicho esto dio la vuelta a su silla en dirección a la calle dejándome con una cara de enfado que habría espantado hasta al más pesado de los chupasangres, mira hasta la podría usar…

Decidí bajar a la playa, el único lugar donde se podría respirar en paz en todo el pueblo, al menos para mí. En el bosque, los Cullen y las malditas sanguijuelas, en La Push, el liderazgo que ni me iba ni me venía, y en el pueblo Charlie y su típico “no quiero saber nada de lo que me digas”.


Después de dos horas, tranquilo, mis tripas comenzaron a rugir como verdaderos lobos mientras las estrellas empezaban a asomarse.

–Tío, vas a provocar un terremoto – me gritó Embry a apenas unos metros. –

– ¡Bruum! – Bromée sonriendo y él también lo hizo alegre. – ¿Has sentido, eso? – me hice el sueco y mi amigo se rió divertido.

– ¿Qué haces aquí? – Dijo mientras se sentaba a mi lado – no deberías estar preparando la visita de Nessie a La Push, ahora que tienes el permiso…


– ¡¿Qué tengo el permiso?! – dije emocionado.

– ¿No te lo ha dicho Quil? Tu padre le había mandado a traerte la noticia. – Se extrañó Embry, mirando hacia los lados para ver si lo veía.

– No, ¡pero da igual, debo ir a decírselo a Nessie! – Añadí todo emocionado, Embry volvió a reirse , ahora por mi reacción, pero no le hice caso.

Salí corriendo y al llegar al bosque me transformé, me dirigí a la casa del bosque ya que se podía percibir un rastro reciente y entre ellos el de Nessie. Estaba tan feliz, ¡A Nessie le encantará! Llegué a la casita y Edward estaba de pie, en la puerta con cara de malas pulgas.

– Jacob, Nessie no va a ir a La Push, es muy peligroso para ella. – Terció él.

Edward, ¡lo mismo dijiste de Bella y mírala! Dirás lo que quieras pero se cuidar a la gente que me importa, y sabes perfectamente que Nessie estará bien.” Protesté, eso era una excusa demasiado gastada.

– Nessie no va a ir. – volvió a decir testarudo. Suspiré y repliqué enfadado.

¿Y qué prefieres? ¿Qué Alec se la lleve, o qué Nahuel esté con ella antes que conmigo? Sabes que yo le podría dar la protección que necesita, déjala venir.” Sabía que esto iba a ser difícil, pero tampoco tenía tanta paciencia y menos ahora con la amenaza de los Vulturis pendiendo sobre nuestras cabezas.

Edward entrecerró los ojos y entró en la casa. ¿Eso era un sí o un no? Aunque la verdad, tampoco es que me importara mucho ahora mismo. No me rendiría tan fácilmente...

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PD: como siempre el fondo es para que el texto se lea mejor, que acabo de notar que no se distinguen bien las letras xD

lunes, 28 de septiembre de 2015

Quinto Capítulo (Nessie)

Sé que colgué hace uno o dos semanas pero entre el tiempo, las ganas, y que, como ya sabéis, son repetidos, no me ha parecido muy inapropiado. Le cambié un detalle sobre los años que aparentará Nessie en unos años, ya que más adelante hablamos de que alcanza los once y no congeniaba con este capítulo donde antes decía que "en unos años aparentará doce" xD


Capítulo 5

NESSIE

Había sido un día maravilloso, acompañada de Nahuel, el cual me había enseñado muchas cosas sobre él y la naturaleza. La tía Alice se había enfadado bastante al vernos cubiertos de barro, no le hacia mucha gracia eso de ver mis vestidos manchados. Así que en cuanto llegué, me dio el pijama. 

— ¡Nessie! —Me llamó Jacob, desde la cocina — ¡La cena! ¿Vienes? —

Yo salí corriendo, bajándome del sofá donde estaban Jasper y papá. Fui con Jake, me estaba esperando con un vaso de sangre. Pensé en lo que me había dicho Nahuel “la comida humana también está rica”, a lo mejor tenía razón.

Jake, ¿me das de lo que comes tú? — él me miró con cara rara pero aceptó, también se había preparado su cena. Había un filete bastante grande de carne y patatas fritas. Me sorprendió, ¿tanto comían los humanos? Bueno… Jake no era del todo humano. 
Me acercó el tenedor con una patata abrí la boca obediente, saboreé y no me gustaba mucho pero intenté sonreírle.

— ¡Qué bien, te gusta! — Exclamó Jake contento.

Jacob, no le gusta – Le aclaró mi padre apoyado en el marco de puerta y yo lo fulminé con la mirada. Será chivato…

— ¿No te gusta? – me preguntó Jacob un poco desanimado.

Negué con la cabeza.

—Prueba con la carne, seguro que le gusta — apuntó Jasper, que se había unido a nuestras pruebas gastronómicas.

Me dio la carne, mira, esta sí que me gustaba, tenía un cierto saborcillo a sangre, estaba muy rico.
Le gusta ¿A que sí, Edward? –replicó Jacob, al ver que sonreía.

Este asintió.

—Mañana se lo diremos a Carlisle, cuando te mida, para que lo apunte en sus anotaciones diarias. — Informó papá.
En ese momento entraron mamá y Nahuel, que habían estado fuera un rato. Salté a los brazos de mamá.

¡Mami, Jacob me ha dado de comer carne!” le anuncié toda emocionada.

— ¿En serio? – Dijo confusa mi madre — ¿Y te ha gustado?

Si, estaba muy rica

—¿Y por qué le has dado comida humana? — le preguntó a Jake.

—A mi no me mires, fue ella la que me lo pidió, quería probar comida humana. — Protestó Jacob.
Los ojos de Nahuel se iluminaron y le sonrió a Jake con suficiencia. ¿Sería por qué le he hecho caso? Jacob se percató de eso. No le podía leer la mente, pero seguro que estaba maldiciendo a Nahuel, miré a mi padre y asintió ligeramente dándome la razón. ¿Pero qué les pasa? ¿Es por mí? Al parecer si, ¡pero yo les quiero a los dos! Son mis amigos. Sin embargo, ellos no lo eran y aquello me confundía y dolía. Quería que se llevasen bien. 

Emmett y Rose llegaron desde el piso de arriba, al parecer querían estar en nuestra conversación. O eso, o que se aburrían mucho. Rose me dio un abrazo, ella me quería mucho, mamá me había contado que le había ayudado en mi nacimiento y que desde entonces eran muy amigas. Emmett, era… Emmett. Te cae bien sí o sí, era el más divertido de la familia, siempre decía y hacía tonterías. Me lo pasaba genial con él.

Nessie, mi vida, tenemos que irnos a dormir – me despertó mamá de mis pensamientos.

—Es verdad – dijo papá – debemos irnos, para tener algo de… intimidad.

Jacob y Emmett se rieron entre dientes, papá carraspeó y juraría que hasta se había sonrojado, cosa imposible al ser un vampiro, me pregunto en que estarían pensando.

Mamá y papá me llevaron hasta la cabaña donde vivíamos, era muy acogedora y me daba pena que solo durmiéramos allí. Alguna vez había jugado con Jake en el jardín, pero nada más. La casa estaba en el bosque, era natural, parecía una casita de cuento. Mi habitación estaba en el segundo piso, era rosa, normalita ya que mamá le había frenado los pies a Alice respecto a la decoración. Papá me había comprado hacia unas semanas una cama grande ya que en la pequeña no cabía. Con un poco de suerte dejaría de crecer a esta velocidad en unos años, cuando aparente unos quince, según Nahuel. Y así, podría ser normal.


A la mañana siguiente, volví a la casa grande. Me llevó Jacob porque mamá y papá se quedaron en la cabaña. Cuando llegamos el abuelito Carlisle ya estaba con todo preparado para hacerme el chequeo. Me midió y me pesó. Apuntó algo en su cuaderno de notas.

Entonces la abuela llegó, me dio un beso.

Hola cielo, ¿Qué tal va Renesmee? – le preguntó a Carlisle.

—Muy bien, ha crecido cinco centímetros desde la última vez que la medí, y ha ganado unos cuantos kilos, los apropiados a la altura. Podría aparentar fácilmente unos ocho años. —

Jake y yo sonreímos.

— ¡Qué bien! – dijo Esme.

—Una cosa Carlisle, ayer Nessie comió comida humana – Le informó Jacob mientras me ataba los zapatos.

—Mmm, interesante – comentó el abuelo — ¿el qué exactamente? — Se interesó.

— Un filete de carne. —

— ¿y te gustó? – Me preguntó y yo asentí – Es impresionante — Lo apuntó en el cuaderno — Quizá debería probar algo más de comida humana, parece que se va acostumbrando al sabor. Es necesario que se acostumbre a ese tipo de alimentos, para en un futuro tener hábitos alimenticios más normales posibles... — Recomendó Carlisle con un tono bastante parecido al de un médico.

Pero a ella no le gustan todos los alimentos, le di una patata y no le gustó. – precisó Jake.

—Eso es porque es semi-vampira, está acostumbrada al sabor de la sangre, y los productos cárnicos asemejan el sabor. — Explicó mi abuelo.

—Y si como comida humana, ¿no tomaré sangre? – le pregunté.

-No, por tu parte de vampiro necesitas tomar sangre, así que de vez en cuando deberías salir a cazar.
A mí no me gusta la sangre de los animales” protesté.

— Ya lo sé, pero te acabarás acostumbrando, no es buena tanta sangre humana. — Insistió él

A Jacob le dio un respingo, odiaba el término “beber sangre humana” y eso que todas las noches me daba él de cenar. Pero la abuela se apresuró a cambiar de tema.

Está bien, le prepararé algo de carne a esta princesa para desayunar – dijo mi abuela mientras me daba un pellizco suave en la mejilla – Jacob ¿tu quieres algo? —

—No te preocupes Esme, pero gracias – respondió él.

Ella aceptó. Esme era muy amable, y siempre ayudaba en todo lo que podía, igual que Carlisle. Esta se fue a la cocina y nosotros le seguimos, aunque mucho más lentos, porque ella iba a velocidad de vampiro. En la cocina estaba Jasper, que saludó con un simple y escueto “Buenos días”. (Pero no por nada, siempre había sido muy reservado.) ¡Ah, y Alice también estaba! No la había visto ya que estaba agachada cogiendo algo de debajo de un mueble.

De repente esta se paró en seco, miré a Jacob el cual puso los ojos en blanco, esta situación se estaba repitiendo demasiado a menudo, pero sin duda se notaba algo nervioso.

—Alec está aquí. — Anunció Alice, algo asustada.